LA ESPERA ACTIVA

Te propongo una mirada reflexiva

Y un ejercicio práctico que te tomará pocos minutos realizar.

"La mejor manera de esperar es ir al encuentro" dice Mario Trejo.

Mirando con curiosidad

La frase de Mario Trejo encierra una aparente contradicción: ¿cómo podemos esperar y al mismo tiempo ir al encuentro? La respuesta radica en entender que la espera no es pasiva, sino un acto proactivo. Esperar implica una actitud activa, una disposición a que algo suceda, un movimiento hacia adelante, aunque no sea físico. Al "ir al encuentro" de aquello que esperamos, estamos tomando las riendas de nuestra propia experiencia, en lugar de quedarnos a la deriva.

La danza de la espera y el encuentro

La frase expresa una mirada profunda: la espera activa y la acción de ir al encuentro son dos caras de la misma moneda. Es una invitación a no quedarnos estáticos ante la vida, sino a involucrarnos proactivamente en ella.

Esperar:

No es pasividad: Esperar no implica resignación o inacción. Es más bien una actitud de confianza y apertura hacia lo que está por venir. Es cultivar la paciencia y la resiliencia, sabiendo que los tiempos de cada cosa son perfectos.

Es preparación: La espera es un tiempo para prepararse, para desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para cuando llegue el momento de actuar. Es como un agricultor que cuida su tierra antes de la cosecha.

Ir al encuentro:

Es proactividad: Implica tomar la iniciativa, salir de nuestra zona de confort y buscar aquello que deseamos. Es como un navegante que traza su rumbo y zarpa hacia un nuevo horizonte.

Es compromiso: Ir al encuentro requiere de un compromiso genuino con nuestros objetivos. Es una decisión consciente de invertir tiempo y energía en aquello que valoramos.

Equilibrio emocional: el puente entre ambos

Para lograr un equilibrio entre la espera y el encuentro, es fundamental cultivar la inteligencia emocional. Esto implica:

Aceptar la incertidumbre: La vida está llena de imprevistos. Aceptar la incertidumbre nos permite fluir con mayor facilidad y adaptarnos a los cambios.

Gestionar las emociones: Aprender a identificar y gestionar nuestras emociones, especialmente el miedo y la ansiedad, nos ayuda a mantener una perspectiva positiva y a tomar decisiones más acertadas.

Cultivar la paciencia: La paciencia es una virtud que nos permite esperar sin desesperarnos. Nos ayuda a disfrutar del presente y a apreciar los pequeños logros.

Mantener una actitud proactiva: Aunque seamos pacientes, debemos mantener una actitud proactiva. Esto significa tomar pequeñas acciones cada día que nos acerquen a nuestros objetivos.

Celebrar los pequeños triunfos: Reconocer y celebrar nuestros logros, por pequeños que sean, nos motiva a seguir adelante.

Podemos encontrar el equilibrio entre la espera y el encuentro, cultivamos la paciencia, la proactividad y la resiliencia. La inteligencia emocional es nuestra aliada en este camino, ayudándonos a navegar por las complejidades de la vida con mayor sabiduría y serenidad.

Pasemos a las acciones concretas

Veamos cómo aplicar esto en diversos ámbitos:

Relaciones personales

- Amistades: Si deseas fortalecer una amistad, no te limites a esperar que el otro te busque. Organiza una salida, llama, escribe un mensaje.

- Pareja: En una relación, es importante mantener viva la llama del amor. Planea sorpresas, expresen sus sentimientos, encuentren nuevas actividades en común.

- Familia: No esperes que los demás adivinen lo que necesitas. Comunica tus sentimientos y expectativas, organiza reuniones familiares, crea tradiciones.

Trabajo

- Desarrollo profesional: Si deseas ascender o cambiar de puesto, no te quedes esperando que las oportunidades lleguen. Actualiza tu currículum, busca capacitaciones, establece contactos.

- Relaciones laborales: Construye relaciones sólidas con tus compañeros y superiores. Muestra interés en sus proyectos, ofrece tu ayuda, celebra los éxitos del equipo.

- Emprendimiento: Si tienes una idea de negocio, no te quedes en la fase de planificación. Investiga el mercado, elabora un plan de negocios, busca financiamiento.

Desarrollo personal

- Objetivos: Si tienes metas, no te limites a visualizarlas. Establece un plan de acción, divide tus objetivos en pequeñas metas alcanzables y celebra cada logro.

- Aprendizaje: Si deseas aprender algo nuevo, no te conformes con la teoría. Busca oportunidades para practicar, experimenta, sal de tu zona de confort.

- Bienestar: Si quieres mejorar tu salud física o mental, no esperes a sentirte mal. Incorpora hábitos saludables en tu rutina diaria, haz ejercicio regularmente, practica mindfulness.

Ejemplos concretos

- Relaciones personales: En lugar de esperar que tu pareja te invite al cine, ¿por qué no sugerir una nueva película que te gustaría ver juntos?

- Trabajo: Si deseas un ascenso, no te limites a realizar tus tareas. Busca oportunidades para demostrar tus habilidades y ofrecer soluciones a los problemas de tu equipo.

- Desarrollo personal: Si quieres aprender a tocar un instrumento, no te quedes solo leyendo tutoriales. Busca un profesor o únete a una clase.

"Ir al encuentro" implica:

- Tomar iniciativa: Se proactivo en lugar de reactivo.

- Sal de la zona de costumbres: y supera los miedos y los obstáculos.

- Crea oportunidades: Toma iniciativas para que las cosas sucedan y constrúyelas.

- Vive de manera intencional: Define tus metas razonables y trabaja activamente para alcanzarlas.

Mario Trejo nos invita a ser protagonistas de nuestra propia vida. Al aplicar esta mirada en diferentes áreas, podemos alcanzar un mayor nivel de satisfacción personal y profesional.

Ejercicio practico

Mis apuntes de la Espera Activa

Objetivo: Aumentar la conciencia sobre tus patrones de espera, identificar áreas de mejora y desarrollar estrategias para una espera más proactiva.

Materiales:

Un anotador, un bolígrafo. Puedes usar el block de notas de tu móvil.

Instrucciones:

1. Selecciona un objetivo: Elige un objetivo concreto que requiera paciencia, como un proyecto personal, un cambio de carrera o una meta de salud.

2. Nota tus emociones: dedica unos minutos a observar tus emociones relacionadas con este objetivo. ¿Te sientes impaciente? ¿Ansioso? ¿Motivado? ¿Desanimado?

3.  Observa los pensamientos que surgen en torno a la espera. ¿Te estás enfocando en los obstáculos o en las oportunidades? ¿Estás visualizando el éxito o el fracaso?

4.  Describe las acciones que estás tomando para acercarte a tu objetivo. ¿Estás buscando información, estableciendo contactos, practicando nuevas habilidades?

5.  Identifica patrones o moldes mentales: busca patrones en tus pensamientos y emociones. ¿Hay situaciones parecidas que desencadenan algún tipo de impaciencia?

6. Desarrolla estrategias: Basado en tus observaciones, desarrolla estrategias para manejar mejor la espera. Por ejemplo, si te sientes impaciente, puedes practicar técnicas de relajación o visualizar el éxito.

7. Siempre reconoce y celebra tus pequeños avances. Esto te ayudará a mantener la motivación y a creer en ti mismo.

Preguntas para reflexionar:

- ¿Qué me impide avanzar hacia mi objetivo?

- ¿Qué puedo aprender de esta espera?

- ¿Cómo puedo transformar esta espera en una oportunidad de crecimiento?

- ¿Qué recursos puedo utilizar para apoyarme durante este proceso?

Ejemplo de este ejercicio hecho por Ana:

Fecha: 1 de octubre

Objetivo: Encontrar un nuevo trabajo.

Emociones: Hoy me siento un poco desanimada porque aún no he recibido ninguna respuesta a las solicitudes de empleo.

Pensamientos: Me pregunto si estoy haciendo algo mal. Tal vez mi currículum no es lo suficientemente bueno.

Acciones: Hoy actualicé mi perfil en LinkedIn y asistí a un taller de búsqueda de empleo.

Estrategia: Mañana voy a pedirle a un amigo que revise mi currículum y me brinde su opinión.

Beneficios de este ejercicio:

- Aumenta la conciencia: Te ayuda a identificar tus pensamientos y emociones relacionados con la espera.

- Desarrolla la paciencia: Te enseña a aceptar los tiempos de cada cosa.

- Fomenta la proactividad: Te motiva a tomar acciones concretas para alcanzar tus objetivos.

- Mejora la resiliencia: Te ayuda a superar los obstáculos y a mantenerte enfocado en tus metas.

Al realizar este ejercicio desarrollarás una mayor comprensión de tus patrones de pensamiento y emoción en relación con la espera, lo que te permitirá cultivar una actitud más proactiva y positiva.

En síntesis 

La Espera Activa

La frase de Mario Trejo, "La mejor manera de esperar es ir al encuentro," refleja una mirada poética y sabia sobre la espera.

Tradicionalmente, la espera se asocia a la pasividad, a un estado de inacción. Sin embargo, sugiere una perspectiva distinta: la espera activa. Esta implica una actitud proactiva, una disposición a que algo suceda, un movimiento hacia adelante, aunque no sea físico.

Esperar no es solo aguardar, sino prepararse. Es un tiempo para cultivar la paciencia, desarrollar habilidades y tomar las riendas de nuestra vida. Al mismo tiempo, "ir al encuentro" significa tomar la iniciativa, buscar oportunidades y trabajar activamente hacia nuestros objetivos.

Para lograr este equilibrio entre la espera activa y la acción, es esencial cultivar la inteligencia emocional. Esto implica aceptar la incertidumbre, gestionar las emociones, cultivar la paciencia y mantener una actitud proactiva.

La espera activa es una danza entre la paciencia y la proactividad. Es una invitación a vivir la vida de manera más consciente y a construir nuestro propio futuro.