Demos unas pinceladas del cuadro de la coherencia personal:
- Armonía entre: lo que considero importante (VALORES ahora) y urgente (NECESIDADES ahora), lo que pienso, siento, digo y hago. Armonía no es consenso absoluto, tampoco alineación total.
- Es más bien tener en línea estas cuatro dimensiones conectadas entre sí, como los músicos de una orquesta, los colores de una pintura. Puedo notar en algo que estoy haciendo los pensamientos y sentimientos que han estado en juego, puedo notar que lo que dije desentona, etc.
- La conversación de coherencia debe apoyarse en las fortalezas y realizarse con amabilidad bondadosa.
- No debe conducir a la rumiación mental ni ha sobre pensar nada, sino a una reflexión que me ayuda a estar más presente, desarrollar mi proceso de crecimiento, a afrontar la adversidad y a dar pasos razonables.

Creciendo en la coherencia por el camino
La coherencia personal es un concepto que evoca la imagen de una vida armoniosa, donde nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones están en sintonía. Es como un baile elegante donde cada movimiento fluye en armonía con el siguiente. Alcanzar esta coherencia no es un objetivo ya concretado, sino un camino continuo de autoconocimiento y crecimiento.
¿Qué significa ser coherente?
Ser coherente implica vivir de acuerdo a nuestros valores y creencias más profundos. Significa que lo que pensamos, sentimos y hacemos está conectado de alguna manera. No se trata de ser perfectos o de tener todas las respuestas, sino de estar en constante búsqueda de afinar esas cuerdas de la guitarra interna.
Los pilares de la coherencia cotidiana:
- Valores y necesidades: Nuestros valores son nuestras brújulas internas, lo que consideramos importante en la vida. Nuestras necesidades son las demandas del momento presente. La coherencia implica encontrar un equilibrio entre ambos.
- Pensamientos, sentimientos, palabras y acciones: Estos cuatro elementos están interconectados y se influyen mutuamente. Al estar atentos a ellos, podemos identificar disonancias y trabajar para armonizarlos.
- Fortalezas y amabilidad: La conversación interna sobre nuestra coherencia debe basarse en nuestras fortalezas y en un enfoque amable y compasivo hacia nosotros mismos.
- Presencia y reflexión: La coherencia nos invita a estar presentes en el momento, a reflexionar sobre nuestras experiencias y a aprender de ellas.
Beneficios de la coherencia:
- Mejora el bienestar emocional: al estar en sintonía con nosotros mismos, experimentamos menos estrés y ansiedad.
- Se armonizan las relaciones: La coherencia facilita la comunicación y la conexión con los demás.
- Logras más confianza: Al actuar de acuerdo a nuestros valores, desarrollamos una mayor confianza en nosotros mismos.
- Aumenta la claridad: La coherencia nos ayuda a tomar decisiones más acertadas y a vivir con significado.
¿Cómo cultivar la coherencia?
- Presta atención a tus pensamientos, sentimientos y acciones a lo largo del día.
- Dedica tiempo a reflexionar sobre tus experiencias y a identificar patrones.
- Escribe sobre tus pensamientos, sentimientos y experiencias.
- Hacer caminata meditativa o la meditación sentado: estas prácticas te ayudarán a estar más presente y a conectar contigo mismo.
- Decide metas que combinan con tus valores y trabaja hacia ellas de manera constante.
- Las relaciones interpersonales influyen en nuestra coherencia, rodearte de personas positivas.
- Se amable contigo mismo, no te hables duramente, sé paciente contigo mismo en este proceso.

Ejercicio práctico 1: apuntes escritos de coherencia
- Elige un momento del día: Dedica unos minutos cada día a reflexionar sobre tu coherencia.
- Identifica tus valores: Haz una lista de los 5 valores cultivables más importantes para ti.
- Observa tu día: Reflexiona sobre las situaciones en las que, escuchaste tus necesidades y te sentiste: más en armonía con tus valores y aquellas en las que sentiste una disonancia.
- Observa tus pensamientos y sentimientos: ¿Qué pensamientos te acompañaron en cada situación? ¿Cómo reaccionaste?
- Identifica patrones: ¿Hay algún patrón repetido en tus pensamientos o sentimientos?
- Establece una intención: Al final del día, establece una intención para el día siguiente. Por ejemplo, "Hoy estaré más presente en mis interacciones con los demás".
Ejemplo de apuntes diarios:
“Hoy me sentí muy frustrado en el trabajo porque mi jefe no reconoció mi esfuerzo. Me di cuenta de que uno de mis valores es ser apreciado. Mañana hablaré con él de manera asertiva para expresar mis sentimientos y buscar una solución.”
Recuerda: El objetivo de este ejercicio es aumentar tu conciencia sobre tu coherencia y no juzgarte. Sé amable contigo mismo y celebra tus logros, por pequeños que sean.
Crecer en la coherencia es un paso a la vez. Al cultivar la autoconciencia, la reflexión y la amabilidad hacia nosotros mismos, podemos vivir una vida más armoniosa.
Ejercicio práctico 2: Profundizando la coherencia
Este ejercicio te ayudará a aumentar tu conciencia sobre tus pensamientos, emociones y acciones, y a identificar áreas donde puedes mejorar tu coherencia.
Materiales:
Un cuaderno o diario
Un bolígrafo
Instrucciones:
Elige un momento tranquilo: Dedica unos minutos cada día a reflexionar sobre tu jornada.
Reflexiona sobre tu día:
- ¿Hubo momentos en los que te sentiste especialmente sintonizado con tus valores, sin descuidar tus necesidades? ¿Cuáles fueron?
- ¿Hubo momentos en los que sentiste una desconexión entre tus necesidades, lo que pensabas, sentías y hacías? ¿Qué sucedió?
- ¿Qué pensamientos o emociones recurrentes surgieron durante el día?
- ¿Cómo influyeron tus acciones en tu bienestar emocional?
- A medida que avances en tus apuntes, busca patrones repetidos en tus pensamientos, emociones y comportamientos. ¿Hay áreas en las que te encuentras constantemente en conflicto?
- Una vez que hayas identificado áreas para mejorar, establece metas realistas para aumentar tu coherencia. Por ejemplo, puedes decidir dedicar más tiempo a actividades que te conecten con tus valores o practicar la autocompasión cuando te sientas abrumado.
- Reconoce tus avances y celebra tus éxitos, por pequeños que sean.
Ejemplo de apuntes escritos a diario:
“Hoy me sentí especialmente conectado conmigo mismo cuando paseé al perro por el parque. Disfruté de la naturaleza y me sentí agradecido por la compañía de mi mascota. Sin embargo, más tarde, durante una reunión de trabajo, me sentí frustrado porque mis opiniones no fueron tomadas en cuenta. Me di cuenta de que necesito trabajar en mi asertividad para expresar mis ideas con más confianza.”
Al realizar este ejercicio de manera regular, podrás desarrollar una mayor conciencia de ti mismo y avanzar en tu camino hacia la coherencia personal.
Ejercicios Prácticos 3: Comunicación y autoconocimiento
- El Yo Ideal y el Yo Real: Escribe una carta a tu yo ideal, expresando tus aspiraciones y valores. Luego, escribe una carta a tu yo real, reconociendo tus fortalezas y áreas de mejora.
- La Técnica de los Dos Síes: Al enfrentar un dilema, pregúntate: "¿Si tomo esta decisión, me sentiré bien conmigo mismo? ¿Si mi persona más admirada estuviera en mi lugar, haría lo mismo?"
La coherencia como una armonía entre pensamientos, sentimientos, palabras y acciones es muy acertada. Es como un baile interno donde cada elemento tiene su papel y se complementa con los demás.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo, Reg, Prof 6506 Py,
Instagram: @raulnietopy

En síntesis
Crecer en coherencia: camino hacia la armonía interior
La coherencia personal una sintonía de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones con nuestros valores más profundos, sin descuidar las necesidades.
Es poder vivir en armonía con nosotros mismos. Cultivando la coherencia, experimentamos mayor bienestar emocional, relaciones más auténticas y una mayor confianza en nuestras decisiones.
Para alcanzarla, es fundamental prestar atención a nuestras necesidades, pensamientos y emociones, y a cómo se relacionan con nuestras acciones.
Es importante ser amables con nosotros mismos y cultivar la paciencia en este proceso. Algunas prácticas útiles incluyen la reflexión diaria, la meditación y el establecimiento de metas combinadas con nuestros valores. Cultivar esa coherencia, es como un baile interno donde cada elemento tiene su papel y se complementa con los demás.
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